En Santa Cruz de Tenerife, se celebra todos los sábados a las 11:30 de la mañana en la librería Agapea, un cuentacuento para los más pequeños a los que solía asistir de forma eventual con mis hermanos. La verdad es que no siempre los encontraba especialmente entretenidos para los niños de edades comprendidas entre 3 y 9 años, a los cuales podías ver que se comenzaban a poner nerviosos a medida que pasaban los minutos. Lo que no podemos negar es que no todos los que se hacen llamar "cuentacuentos", lo sean realmente. Y aunque me he topado con cuentacuentos bastante malillos, me he encontrado con algunos que realmente valen la pena, en este caso hago referencia al cuentacuentos al que he tenido la suerte de poder llevar a mi hermana pequeña. Un cuentacuentos que estaba dedicado a los piratas en el que tanto los niños, como los padres, abuelos y (en mi caso) hermanas, han podido disfrutar este sábado por la mañana.
En este acto los niños han podido adquirir, mediante la personificación actoral de la persona encargada de esta actividad, léxico procedente de los piratas. Han aprendido las palabras utilizadas para designar cada parte del barco en las que incluiríamos: popa, proa, a babor, a estribor, camarote, hamaca, izar las velas... También ha hecho un recorrido por los piratas más conocidos que han proporcionado los propios niños, en los que se mencionaban el pirata Barbanegra, Barbaroja, el capitán Garfio... Tras este ejercicio ha relatado un cuento sobre piratas en los que los niños han participado activamente mediante una pequeña obra teatral en la que los más pequeños han improvisado mientras el pirata narrador relataba la historia. Asimismo ha hecho reír tanto a niños, como a adultos. Ha conseguido lo que pocas personas consiguen: transformar a adultos en niños de nuevo.
Después del primer acto, continuaba el segundo en el que mediante la naturaleza animal, les ha enseñado a los más pequeños como deben cuidar sus dientes para que no se le piquen como al cocodrilo, protagonista de esta historia y personaje sacado de la historia de Peter Pan y el capitán Garfio.
El último cuento ha tenido como tema el cuidado del ambiente marino, en el que se tiran millones de toneladas de basuras que dañan a animales y plantas marinas. Con ello, los niños han aprendido el daño que pueden hacer al descuidar el planeta en el que viven.
El acto que se ha desarrollado este sábado por la mañana ha durado más de una hora en la que, tanto niños, como adultos, han permanecido atentos en todo momento y que, finalizaba con el famoso poema de Espronceda La canción del pirata, que tanto padres, como hijos han recitado de forma conjunta:
Con diez cañones por banda,
viento en popa a toda vela,
no corta el mar, sino vuela,
un velero bergantín;
bajel pirata que llaman
por su bravura el Temido
en todo el mar conocido
del uno al otro confín.
(...)
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.
